Entrevista

El día 15 de Septiembre recibimos el mensaje de una chica de Tarragona, Cristina Pares, del IES Pons d'Icart, que nos contó que estaba haciendo un trabajo de investigación sobre la Ruta 66 y nos preguntó si nos podía hacer una entrevista como parte del mismo. Y nosotros, encantados, ya la hemos contestado y aprovechamos para publicarla en el blog.

Nos ha pedido también que quien le pueda aportar información sobre el tema, que se ponga en contacto con ella a través de su e-mail: cristinapsj@gmail.com

Sin más rodeos, ahí va la entrevista:

¿A que edad hicisteis la ruta?

La hicimos el año 2011, mi mujer con 30 y yo con 33 años.

¿Qué es lo que te movió para querer saber sobre la Ruta 66? ¿Fue de golpe o ya lo pensabas hace tiempo?

Creo que la primera vez que oímos hablar de la Ruta 66 fue leyendo Las Uvas de la Ira de John Steinbeck, un libro ambientado en los años 30 y que habla de la migración de campesinos que huían de la pobreza del interior de los EUA, hacia a la falsa promesa de trabajo y prosperidad de las plantaciones de California. La 66 era prácticamente la única carretera que atravesaba el continente de este a oeste y se transformó de golpe en la arteria por la cual esta gente se desplazaba. Esto comportó que surgieran multitud de servicios, como gasolineras, moteles y restaurantes y “road atractions”, como las llaman ellos, que son todo tipo de atracciones a pie de carretera, como museos, zonas de ocio...

El caso es que todo esto quedó abandonado con la aparición de las autopistas, y pueblos, servicios y atracciones han quedado congeladas en el tiempo, tal como eran en los años 50 o 60. Resulta que nos encantan este tipo de lugares y eso nos llevó a buscar información en Internet sobre lo que quedaba de la Ruta 66 hoy en día.

¿Cómo os decidisteis a hacerla? ¿Os costó decidiros?

La decisión no la tomé yo, que soy un poco cagueta, sino mi mujer cuando le enseñé un blog, que por desgracia ya no existe, sobre unos chicos que la recorrieron en 2010.

Nosotros veníamos de una ruta totalmente improvisada por Francia, era la primera vez que hacíamos unas vacaciones de ese tipo y nos enamoramos de esta manera de viajar, con la libertad que te da el coche y sabiendo que debes aprovechar mucho los días, porque mañana estarás en otro lugar y allí ya no volverás. Además, yo estaba un poco cansado de los viajes de escaparate y quería ver la vida real del interior de los EUA, no solo el típico viaje de hacerse unas fotos delante de la estatua de la libertad.

La decisión definitiva vino cuando compramos un libro de fotos sobre la Ruta 66, Eterna Ruta 66, de Jean-Paul Naddeo. Entonces lo vimos claro, teníamos que ir. Así que milagrosamente conseguimos juntar tres semanas de vacaciones y nos lanzamos.

¿Creíais que vuestro inglés seria un problema? ¿Porqué? ¿Lo fue?

La verdad es que no lo sabíamos a ciencia cierta. Llevábamos unos años viendo series americanas en versión original subtitulada, así que más o menos un poco de “listening” ya lo llevábamos practicado. Después no hubo ningún problema, si bien es cierto que cuanto más te adentras en el país, el acento se va haciendo cada vez más difícil, la gente es muy educada y muy amable y siempre nos acabábamos entendiendo. Bien, yo tengo un problema personal con los camareros, que hablaban muy rápido y no entendía nada. Al final la solución muchas veces era confiar en la suerte y escoger la comida al azar. 

¿Fuisteis a una agencia de viajes o lo planeasteis todo vosotros? ¿Qué medios utilizasteis para buscar la información? ¿Cuanto tiempo tardasteis en planearlo todo?

De entrada lo queríamos hacer a través de una agencia, pero al final solamente contratamos el vuelo y el seguro de viaje. La mayoría de los hoteles los buscamos nosotros por Internet. En este sentido, herramientas como TripAdvisor son ideales para conocer de qué hoteles hay que huir y en cuales te puedes alojar sin miedo.

El blog que ya he mencionado antes y el foro de Los Viajeros (http://www.losviajeros.com/foros.php?t=70524) han sido otras herramientas indispensables que hemos hecho servir, en combinación con una guía y unos mapas hechos con mucho cariño (Route 66: EZ66Guide for Travelers) que compramos en Amazon.

En total puede que fuesen seis meses de planificación.

EZ66Guide en acción

¿Cual era el objetivo que queríais cumplir recorriendo la Ruta? ¿Qué pensabais encontrar? ¿Qué habéis encontrado?

A ver, el objetivo principal era hacer unas vacaciones de las que nos pudiésemos acordar toda la vida. También, como ya he dicho, queríamos hacer algo diferente, conocer la América que hay tras los escaparates de la costa este y oeste. Y también tenía un punto de reto y aventura, porque no se hace todos los días esto de cruzar un continente en coche por carreteras semidesiertas.

Lo que hemos encontrado es gente bastante amable y educada, muy abiertos, que no tienen ningún problema en ponerse a hablar con forasteros, y al mismo tiempo, en otros aspectos parece que estén un poco cerrados al resto del mundo.

La bandera americana ondea en todas las casas, hay una veneración total hacia el ejército y docenas de iglesias de todas las confesiones imaginables se anuncian con los más intimidatorios eslóganes religiosos. Quizá para alguien todas éstas sean características muy loables, pero a mi me pareció que no saben mucho, ni les importa, lo que pase mas allá de sus fronteras.

Ah, y por supuesto también nos hemos encontrado con la desmesura. En los EEUU todo es grande. Las raciones de comida son grandes, las camas son grandes, los coches son grandes, los camiones son grandes, alguna gente es MUY grande...

¿Cual fue la primera impresión que tuvisteis de USA? ¿Era la primera vez que ibais?

Si que era la primera vez, y para describir esta primera impresión voy a ser asquerosamente tópico, pero es la verdad: fue como estar en una película, como si ya hubiésemos estado antes.

Lo cierto es que alucinamos viendo los coches americanos, los rascacielos de Chicago, con las escaleras de incendio colgando en el exterior, los policías, la gente obesa, un camión de helados, ¡los camiones!, los dispensadores de periódicos... Todo era tal cual lo habíamos visto miles de veces en la tele.

 ¿En cuanto al viaje, tuvisteis alguna complicación?

La única complicación seria fue cuando mi mujer se dejó las llaves del coche encerradas en el maletero. Estábamos en Erick, Oklahoma, un pueblecillo de 1000 habitantes en medio de la nada, a 175 km de la ciudad más próxima. La gran suerte que tuvimos es que pasó cuando ya estábamos instalados en el motel, con el teléfono y toda la documentación de la aseguradora del coche en la habitación, y pudimos llamar a la compañía para que nos enviase ayuda.

El problema era que tuvimos que esperar hasta el día siguiente para que la grúa nos viniese a recoger y nos llevase a Amarillo, Texas, para que el concesionario de Hyunday nos abriese el coche. Menos mal que el chico de la grúa era un manitas y, con una cuña de madera, un brazalete de los de tomarse la tensión y un gancho, nos lo pudo abrir allí mismo y no perdimos más que un par de horas respecto el horario que teníamos planeado.

¿Teníais todo el viaje planeado o alguna cosa fue sobre la marcha?

Cada día sabíamos dónde nos levantaríamos y dónde dormiríamos, porque los moteles y el vuelo de regreso si que los llevábamos reservados. También teníamos una serie de sitios concretos que sabíamos que queríamos ver dentro de cada etapa, pero muchas veces improvisábamos, ya que veíamos algo que nos hacía pararnos o desviarnos, o nos perdíamos y encontrábamos algo interesante. Lo único seguro era que por la tarde teníamos que haber encontrado nuestro motel.

¿En general como fue el viaje? ¿Os arrepentís de haber ido a alguna ciudad? ¿Os hubiera gustado ir a más ciudades de las que habíais previsto?

Decir que el viaje nos gustó es poco, quedamos encantados con la experiencia y con todas las cosas que vimos. Sobre todo ha sido un viaje de contrastes, porque pasamos de una mega ciudad como Chicago a los pueblecillos aislados del interior, rodeados de desiertos y llanuras inacabables, vimos el Grand Canyon, que es una maravilla indescriptible, hicimos parada en Las Vegas, la capital de la desmesura, y acabamos a Los Ángeles, una ciudad con una mentalidad abierta muy diferente de todo el anterior.
No nos arrepentimos de nada, la única espina que se nos quedó fue San Francisco, puesto que cuando volvimos nos dimos cuenta que mucha gente acababa la Ruta 66 pasando unos días en esta bonita ciudad. Tampoco quedamos muy contentos de Las Vegas, puesto que nos encontramos totalmente fuera de lugar.
Por suerte, este verano hemos vuelto para hacer una ruta por la costa oeste y hemos podido ver San Francisco y disfrutar de Las Vegas. 

¿Qué experiencia tuvisteis con los Moteles? ¿Eran tal y como pensabais?

¡Eran mejores! Baratos, limpios, camas enormes, equipados con cafetera, microondas, nevera, plancha... ¡Hasta los había que tenían piscina interior y jacuzzi! Además, que es muy auténtico esto de aparcar el coche a la puerta de la habitación, o cómo en el Blue Swallow de Tucumcari, Nuevo México, sentarse en unas tumbonas a la fresca y poder charlar un poco con otras personas.

 ¿Qué metodología usasteis para realizar el blog? ¿Cómo se os ocurrió?¿Tuvisteis problemas para traer el blog al día?

Al principio el blog nació como una necesidad. Estábamos tres semanas fuera y no queríamos gastarnos ni un euro en teléfono, así que nos llevamos un portátil viejo, que pesa como cinco kilos, y avisamos a la familia y los amigos que si querían saber si estábamos bien, que fueran siguiendo el blog. Lo que pasa es que ya que nos poníamos, lo intentamos hacer lo mejor posible.

Para hacerlo era todo un ritual: llegar al motel, conectar el ordenador al WiFi, descargar las fotos, elegir las mejores para el blog, mi mujer, que es la fotógrafa, las arreglaba un poquito de colores y contrastes y cuando ella acababa, yo me ponía a escribir hasta las 12 o la 1 de la madrugada. A veces me encontraba con algún amigo madrugador en Facebook (hay entre 7 y 9 horas de diferencia) e íbamos comentando la entrada del blog sobre la marcha, mientras yo acababa de poner los links o de pulir el texto. Era curioso, porque yo me iba a dormir y él se acababa de levantar.

Nuestro SmartPhone particular.

 

¿Creéis que la Ruta 66 está bastante divulgada?

Yo creo que sí. La película Cars, de Píxar, es un gran homenaje a la Ruta 66, igual que la gran cantidad de documentales que se hacen. También aparece en muchas series y películas. Creo que todo el mundo más o menos tiene una cierta idea de que por allá en los Estados Unidos hay una carretera que se llama Ruta 66 y que es famosa. 

¿Qué errores tuvisteis que no os gustaría que realizaran las otras personas que quieren hacer la Ruta 66? ¿Qué consejos y recomendaciones daríais?

Quizás nos habría gustado tener más días para ver bien Chicago, que nos pareció una ciudad sorprendente y preciosa, también creo que no aprovechamos bien los dos días en Los Ángeles, puesto que dejamos que el agotamiento nos privara de hacer más cosas, ni Las Vegas, donde nos encontramos muy perdidos, aunque este año esto lo hemos arreglado con creces.
Creo que si pudiéramos volver a hacer la Ruta 66, no traeríamos todos los hoteles reservados, puesto que por ejemplo, nos hubiera gustado una noche más en el Gran Cañón. Hay muchos moteles y quizás no hacía falta tanta planificación.

¿Era un viaje iniciático?

No nos lo planteamos de este modo tan místico, pero si que tuvo cierto componente de reto personal.

¿Habéis roto vuestra idea del pueblo americano? ¿Has confirmado o no el estereotipo del pueblo americano?

Antes que nada, hablar de todo el pueblo norteamericano por nuestra experiencia de tres semanas el año pasado y dos semanas este año puede ser un poco injusto. Si que hemos visto cosas que se ajustaban al estereotipo de la América profunda, como una chica que nos preguntó si en España se hablaba la Español, lo que ya hemos comentado antes de las banderas y la religión, o un bar donde nos sentimos cono forasteros en una peli del oeste, todo el mundo callado y mirándonos cuando entramos. También vimos un hombre en una carretera de Nuevo México, haciendo campaña contra los homosexuales, o un predicador en Las Vegas, diciendo que iríamos todos de cabeza al infierno.

Pero es que en cambio, en California o en Chicago la sensación era completamente diferente, y parecía que la gente tuviera una mentalidad totalmente abierta. Pero no creo que sea tan diferente de la distinción que podríamos hacer entre el mundo rural y el mundo urbano de cualquier otro país. Y ésto dejando claro que estamos generalizando y que somos conscientes que en todas partes hay de todo.

Para acabar, lo que si que puedo decir que ha sido una sorpresa es que no tenían problema para ponerse a conversar con nosotros, preguntar de donde veníamos, aunque no nos conocían de nada, en esto si que noté diferencia. Los Europeos somos mucho más reservados en este sentido y nadie se pone a hablar con desconocidos.

Y otra sorpresa agradable ha sido su buena educación, están todo el día con el excuse me y el Im sorry en la boca, conducen de fabula y me parecen muy respetuosos y amables.

¿Mientras hacíais la Ruta conocisteis a alguien que también la hiciera?¿Alguna vez o actualmente habéis tenido contacto con personas que la han hecho, o están planeando hacerla?

Pues allí es inevitable encontrarse con más gente que la hace. Destacaría un hombre mayor, que hace 60 años la había recorrido con su padre y ahora la hacía él solo con una moto, y una pareja de Barcelona, que también la hacía en moto y que nos encontramos en un museo en Clinton, Oklahoma. Los pobres estaban torradetes por el sol y agotados por culpa del viento.
Actualmente, a través del foro de Los Viajeros.com y de los comentarios en el blog, hemos sabido que hay gente que está usando nuestro blog como guía para su ruta, hecho que nos hace sentir muy contentos, puesto que estamos compartiendo nuestra experiencia y al mismo tiempo, sirviendo de ayuda por estos viajeros.

 

¿Cual es el recuerdo más bonito que tenéis de la Ruta? ¿La volveríais a hacer?

No se si es lo más bonito, pero llegar al final, a la placa conmemorativa del memorial Will Rogers, y ver el Pacífico... uf, fue un sentimiento mezcla de emoción y tristeza muy extraño.
Pero es que no podemos elegir sólo uno, porque ver la inmensidad de Grand Canyon también fue espectacular, igual que conducir por estas rectas interminables en medio del desierto...
Si que nos gustaría volverla a hacer, porque no? Pero lo que si que tenemos muy claro es que todavía nos queda mucho mundo por ver antes de repetir destino. Quién sabe, quizás de aquí a 10 o 15 años...