¿Me lo llevo o no me lo llevo?

Aquí seguimos, construyendo nuestra guía práctica para los futuros "ruteros". Hoy os echamos una mano con las maletas, así que vamos a hacer un repaso de los artilugios que en mi opinión no nos podemos dejar en casa y también de los que podemos prescindir sin problemas.

Me lo llevo:

• EZ-Guide: La guía con los mapas curva a curva y todos los lugares que se pueden visitar durante la Ruta 66. Con ella a bordo lo difícil es elegir qué saltarse, porque hay tanta información que es imposible verlo todo. Está en inglés, y yo solamente la he encontrado a través del portal americano de Amazon, pero en general cualquier tipo de mapa o guía resultará útil para que nunca nos falte algo que hacer o visitar.

• GPS: Aunque a veces puede ser un poco molesto, es un seguro de vida para cuando la guía no sea suficiente. Siempre hay momentos en los que uno se pierde o se desvía, y es importante poder saber dónde estamos y qué hacer para regresar al buen camino. Por otra parte, es imprescindible para conducir por las grandes ciudades y muy útil si queremos encontrar rápidamente un supermercado, una gasolinera o una farmacia. Recomiendo llevárselo de casa, aunque tengamos que comprarlo expresamente o pagar para actualizar los mapas de Estados Unidos,  y nunca aceptar el que nos ofrezca la compañía de alquiler del coche, ya que los cobran por días y nos puede llegar a salir más caro que comprar uno nuevo.

• Portátil, tablet o móvil con WIFI: Sí, es un viaje largo y a todos nos gusta hablar con los de casa, pero estamos en el siglo XXI y los hoteles que reservemos deberían tener conexión WI-FI gratuita. Así que tener en cuenta aplicaciones como Skype, WhatsApp o Facebook para comunicarse puede ser un ahorro importante en la factura final del viaje, y a nuestros colegas les dará mas envidia ver una foto recién subida a Internet que lo que les podamos decir por conferencia.

Si, no es precisamente un iPad ni un Samsung Galaxy, pero le tenemos cariño.

• Teléfono móvil tribanda o cuatribanda: Esto es importante, independientemente de que no lo vayamos a usar para llamar a casa, vamos a conducir por carreteras inhóspitas, por algunas de las cuales no pasa  un alma en mucho rato. Nunca está de más llevarlo por si hay una emergencia, o para localizarse entre compañeros de viaje en caso de perderse unos a otros en ciudades grandes como Chicago o Los Ángeles.
  
  Lo del tipo de cobertura viene a cuento de que en Estados Unidos las frecuencias utilizadas son GSM-850 y GSM-1900, y en Europa se usan las GSM-900 y GSM-1800. Cualquier smartphone mínimamente moderno funcionará en USA, pero algunos teléfonos un poco viejos o de gama baja no lo harán, no está de más comprobarlo antes para no llevarse disgustos.
  
  En lo referente a las tarifas, en caso que tuviésemos que llamar, mejor consultar con nuestra compañía el precio del roaming a ver si es muy caro o si nos conviene más hacernos con una tarjeta pre-pago en cualquier centro comercial Americano.

• Adaptador de enchufe: Un simple gadget para convertir las clavijas redondas de nuestros enchufes en las clavijas planas de los americanos. Mejor llevar como mínimo dos, por si se quieren conectar varios aparatos a la vez. Se pueden comprar on-line, en cualquier ferretería y hasta en la tienda de los chinos. El voltaje en Estados Unidos es de 110v. por lo que es conveniente asegurarse que todos nuestros cargadores sean compatibles con 110v. y 220v., normalmente lo son.

Adaptador de viaje universal

• Medicamentos específicos: Cualquier tipo de medicamento que debamos tomar y que precise receta para conseguirlo, tipo insulina, inhaladores para el asma, antibióticos, etc. Es conveniente llevar un documento del médico de cabecera explicando qué es cada cosa y para qué la necesitamos, para ahorrarnos posibles problemas en inmigración. Pensemos que allí la sanidad es privada, y si tenemos que ir a un médico a que nos recete algo, nos puede salir muy caro.

• Tarjetas de crédito: Aparte de la utilidad obvia de pagar y sacar dinero de los cajeros (ojo con las comisiones), la tarjeta la piden en todos los hoteles para cargarle una fianza, la cual devuelven una vez haces el checkout. Para el alquiler del coche también es necesaria.
  
  Nosotros nos encontramos con que alguna tarjeta de débito no nos funcionó para pagar en comercios, así que mejor que sea de crédito, en caso de duda mejor preguntar en el banco.
  
  También nos fijamos que, si bien la VISA era universalmente aceptada, en algunos sitios no nos quisieron cobrar con la American Express.

No me lo llevo:

• Secador de pelo: Basta con asegurarse, al hacer la reserva, que todos los hoteles lo incluyan en la habitación, que es lo que pasa en el 99% de los casos. Un trasto voluminoso menos.

• Teléfono móvil viejo o de gama baja: Esto nos pasó cuando fuimos a la costa oeste, nos llevamos dos móviles cuya cobertura era incompatible con la de las operadoras Americanas, con lo cual resultaron tan útiles como si hubiesen sido de plastelina. Lo dicho, asegurarse antes de salir de casa.

• Transformador de corriente: A no ser que llevemos algún aparato que necesite específicamente corriente alterna a 220v, nos podemos ahorrar este cacharro, ya que como he comentado antes, la mayoría de transformadores y cargadores modernos vienen adaptados a ambos voltajes. 

Esta farmacia nos ofrece remedios de todo tipo.

• Medicinas sin receta: Todo lo que sean anti-ácidos, ibuprofenos, aspirinas y otros remedios básicos se pueden comprar al llegar allí, no ya en la farmacia, sino en cualquier gran superficie, sin ningún tipo de problema. Lo mismo para cremas solares, champús, geles de baño, etc... Veo innecesario cargar con todo ello en las maletas. Nosotros adquirimos envases pequeños de todas esas cosas en el primer centro comercial que vimos, lo justo para las 2 o 3 semanas, y lo que sobró y no entró en la maleta, lo tiramos el último día sin demasiada pena.

Para acabar, quiero dejar claro que todas estas listas están basadas en nuestra experiencia, necesidades personales y  manera de ver las cosas al viajar. Como siempre, recomiendo tomárselo como otro punto de vista más y contrastarlo con el propio y el de otros antes de tomar cualquier decisión.